miércoles, 29 de abril de 2015

Aquellas maravillosas sensaciones

Estoy mala. Pasando la última gripe de la temporada (o eso espero). He pasado toda la noche con fiebre, me duele todo el cuerpo. Me pongo de nuevo el termómetro y sigue marcando 37,5. No es mucho, pero lo suficiente como para que no tenga ganas de nada, y mientras me acurruco en mi cama cierro los ojos y siento sus suaves manos acariciando mi edredón. De golpe he aparecido en mi habitación en casa de mis padres. Mi madre esta sentada a los pies de mi cama y me reconforta con sus manos para ayudarme a entrar en calor. Me ofrece un zumo de limón que empiezo a beber sorbito a sorbito. Cierro los ojos y respiro profundamente, no quiero que desaparezca esta sensación... Te echo tanto de menos...
No se si es casualidad o es que has venido desde muy lejos para estar conmigo en un día tan triste como hoy.

Mientras escribo esta entrada, mis ojos se llenan de lagrimas añorándote cada vez mas. Aprieto mis manos en la colcha y suplico que no desaparezcas de nuevo, te necesito tanto.

Acabo de hablar con papa. Él está también malo. Hemos hablado poco rato, como siempre, sin hacer ningún comentario sobre la fecha de hoy. Es difícil hablar en voz alta de las cosas que duelen. Dicen que con el tiempo el dolor desaparece, pero yo cada día te echo mas de menos y a veces siento que no puedo respirar de lo que me duele.

Te quiero.

lunes, 16 de marzo de 2015

Qué duro ser madre!

Y no lo digo por el camino que he tenido que recorrer hasta llegar a mi pequeña, lo digo en el más estricto sentido de la frase.

Y aunque hoy en día el trabajo que da un bebé es mucho más compartido que hace muchos años, el caso es que el peso fundamental de la crianza aún sigue recayendo en las las madres. Y estoy segura que no me puedo quejar mucho que seguro que habrá casos peores, pero a veces llevo fatal eso de tener que estar detrás de marido para que se encargue de la niña, es como que si tú no dices nada él no se da por enterado..

Anoche pensando y dándole vueltas al asunto, llegué a la conclusión de que él como que no ha asumido que nuestra vida ha cambiado 100% y que la vida que llevábamos antes se puede continuar ahora sin ningún problema, y claro tenemos nuestros encontronazos porque él quiere seguir con sus hobbies sin problema y yo alucino de que de por hecho que la responsabilidad de cuidar y estar con la peque sea mía…

Reconozco que a veces es un poco frustrante ver que su involucración no está al nivel tuyo. No digo que no la quiera, que va, es como si al saber que tú siempre estarás ahí él se desentienda del todo. El caso es que cuando le pido ayuda está, por ejemplo, me he reservado los jueves para mí, y me he apuntado a pilates porque necesitaba hacer algo de ejercicio para afrontar tanto estrés, pero el resto de la semana, o llega a las mil de trabajar, o se va a jugar al futbol o se va jugar al padel…. Porque da por hecho que yo estoy con la niña… Y claro, a veces, acumulas tanto cansancio que al final saltas a la primera de cambio… Luego eso sí, llega el domingo y se encarga de la niña toda la mañana sin yo pedírselo, pero claro, porque el sábado ya salte!!

Conozco pocos casos que se repartan el trabajo al 50%, no se vosotras, pero yo creo que el hombre es egoísta por naturaleza y aún quedan muchos años para conseguir que su mentalidad sea como la nuestra. Y nosotras nos hemos educado viendo la capacidad de sacrificio de las mujeres como algo natural y que tiene que ser así, y nos echamos todo a la espalda, y eso también es culpa nuestra.

Y vosotras, ¿cómo os organizáis?, ¿tenéis reparto de tareas equitativo o es una lucha constante?,  a las madres con experiencia os pregunto, ¿cómo conseguisteis equilibrar la balanza y hacer entrar a vuestros maridos por el “aro” sin provocar una rebelión?

viernes, 13 de marzo de 2015

Cuando la ovodonación falla..


Técnicamente los tratamientos de ovodonación son positivos en un 50-60% de los casos. Cuando te enfrentas a los tratamientos siempre lo haces con la ilusión de que esta vez va a ser la buena (si no fuese así no tendría sentido hacérselos). Pero, ¿y qué pasa cuando la ovodonación falla?

En mi caso tenía muy claro que sólo iba a hacer un tratamiento de ovodonación. Después de 3 IA y 4 Fiv negativas más un tratamiento de embriones congelados también negativo, tenía claro que sólo lo intentaría una vez más, y que si no salía bien, hasta ahí llegaba mi lucha. Eso era algo que pensaba entonces, ahora después de haber sido positivo, y tener a mi niña al lado, no tengo tan claro que arrojara ahí la toalla.

Que la ovodonación diese negativo era un tema que me asustaba bastante porque técnicamente era la última posibilidad de ser madre, bueno, me refiero a estar embarazada físicamente, pero una vez tomamos la decisión de intentarlo, deje de pensarlo y me centre en la idea de que saldría bien sí o sí. Creo que ya conté que para mí hacer la ovodonación supuso un momento de relax, en el que confié plenamente en los médicos y no sentía la presión de que mis embriones no evolucionarían, a lo mejor por eso, una vez dado el paso no tuve la sensación que pudiese ser negativo.

Ahora estoy convencida de que si hubiese sido negativo me hubiese llevado una decepción enorme, como seguro os ha pasado a las que os ha dado negativo, y creo que me hubiese costado mucho remontarlo… Pero también estoy segura de que aunque en un primer momento hubiese dicho que sólo un tratamiento, creo que lo hubiese vuelto a intentar por lo menos una vez más.

Pero ¿qué hacer cuando todas tus esperanzas en un tratamiento se frustran de nuevo? Lo primero de todo es pasar el duelo, ese momento en el que necesitamos caer y deshacernos en mil pedazos. Es bueno llorar, no sólo es bueno, hay que hacerlo, porque tenemos que sacar fuera esos sentimientos de pena, desesperación y angustia para poder recomponernos de nuevo. Tomarnos un tiempo para serenarnos y asumir lo sucedido también es necesario. Cada una tenemos unos tiempos y debemos respetarlos. No porque nos digan que sigamos luchando tenemos que seguir si en ese momento no tenemos fuerzas para hacerlo. Pasar una etapa de duelo después de cada negativo no es sólo bueno, si no que es necesario para que nuestra mente pueda tomar energías nuevas y continuar si es eso lo que deseamos.

Después del duelo vendrá una etapa de ¿qué hacer? Esos momentos de incertidumbre son los peores, porque nunca sabes si lo que estás haciendo es lo mejor, pero desde aquí os digo una cosa. Lo mejor opción siempre es la decisión tomada. Nunca penséis qué hubiese pasado si hubieseis hecho otra cosa… Eso nunca os va a traer nada bueno, y regodearnos en si nuestra suerte hubiese sido diferente por una decisión equivocada no va ayudarnos a cambiar la situación. La única forma de cambiar la situación es seguir hacia adelante, en uno u otro sentido pero siempre hacia adelante y con la tranquilidad de que somos humanos y nos confundimos, y las decisiones tomadas son fruto de momentos determinados y con la información disponible en ese momento. Por eso la decisión que tomemos siempre será la correcta seguro!!

Ahora toca decidir, sí o no. Coger aire profundamente y salir a correr el siguiente maratón!!

¿Y vosotras? ¿Cómo habéis afrontado un tratamiento fallido? ¿Alguna con negativo en un tratamiento de ovodonación que pueda aportar su experiencia personal? Estoy segura que vuestros comentarios pueden ayudar a muchas chicas como nosotras!!

jueves, 5 de marzo de 2015

Infértil..

Llevo mucho tiempo sin escribir. Sería muy fácil decir que no tengo tiempo. También podría decir que ahora que ya soy madre no tengo qué contar. Pero en todos los casos mentiría.

Llevo varias semanas queriendo contar muchas cosas, pero no sé cómo. Varias veces me he puesto delante de la pantalla con el Word abierto y no he sido capaz de enlazar dos o tres frases sin encontrarle mucho sentido al asunto y he decidido dejarlo para otro momento.

No sé si será cosa de la maternidad que nos deja con las neuronas bailando, o si la vuelta al trabajo me ha dejado seca la mente; el caso es que tengo muchas ideas en la cabeza sobre entradas, pero luego no soy capaz de concretarlas en algo lo suficientemente interesante como para publicarlo…

Pero prometo que lo voy a intentar, porque quiero retomar mi espacio, contar y ayudar a muchas chicas que están a punto de decidir si ovodonación sí o no, muchas chicas en betaespera que necesitan aliento para pasar los 15 peores días de su vida (o los mejores, según sea el resultado), infértiles que necesitan un apoyo para continuar con su lucha..

Últimamente han contactado conmigo vía email varias chicas que van a seguir tratamiento en la misma clínica que yo, alguna ha conseguido ya su positivo y otras están en proceso de comenzar en breve. Desde aquí les mando todo mi apoyo y energía positiva.

También me acuerdo mucho de Eva (del blog opiniones incorrectas ), espero que ya hayas tenido a tu bebe y estéis los dos requetebién!!

Espero que esta etapa solo sea un punto de inflexión que me sirva para tirar para adelante y que después de esta entrada vengan muchas más en las que pueda contar un montón de cosas que me rondan la mente y que por fin se terminen estas semanas de infertilidad mental.

¿Y a vosotras blogueras, os ha pasado alguna vez esto? ¿Cómo lo habéis afrontado y/o salido de este vacío mental?